Los hechos son reconocidos como “Sucesos de Punta del Silencio”. Sin embargo los principales enfrentamientos se produjeron en Santa Rosa de Sabana, sitio donde las balas enemigas truncaran la vida de cinco jóvenes revolucionarios y donde se erigen los monumentos en honor a su proeza.
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La incursión mercenaria por Punta del Silencio, en el guantanamero municipio de Maisí, extremo oriente de Cuba, a pocos metros de la desembocadura del río Yumurí, ha sido bautizada como "El Girón de Maisí". Se considera como tal por la coincidencia histórica con la batalla de Playa Girón.
En la noche del 16 de Abril de 1970, nueve años después de los acontecimientos de Girón, se rompe el mutismo característico de Punta del Silencio. Una banda integrada por 11 mercenarios procedente de los Estados Unidos de América desembarca por el sitio de marras.
El propósito de la misión enemiga consistía en interrumpir la "Zafra azucarera de los 10 millones”. De no abortarse el plan enemigo, se propiciaría la desmovilización de un número considerable de compatriotas de los campos cañeros, los mismos se dirigirían supuestamente hasta Maisí, territorio eminentemente cafetalero.
El grupúsculo contrarrevolucionario, financiado por la organización terrorista “Alfha 66” avanzaba tan solo unos metros por la abrupta geografía y, descubiertos a la vez por milicianos apostados en la zona. Sabiéndose de que se trataba de presencia enemiga, intercambian disparos y notifican de inmediato a la jefatura.
Las escaramuzas entre bisoños pero intrépidos milicianos y los mercenarios, concluyen diez días después con la captura del último de los bandidos. Sin embargo, la presencia de botas yankis en suelo de Maisí, anunciaba el pronto enlutecimiento de nuevas familias cubanas.
Y no fue sino un día después, 17 de Abril que, ante el fuego cruzado pierden la vida cinco ilustres combatientes: “el Primer Teniente Ramón Guevara, el sargento de Tercera Luis de la Rosa y los milicianos Evedino Marzo, José Antonio Sánchez, y Ovidio Hernández”.
El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz puesto al tanto del asunto, se persona en el lugar de las operaciones y horas después del 19 de abril, se alinea a los féretros y rinde postrer tributo. Se encontraban junto a él los comandantes de la Revolución Ramiro Valdez y Guillermo García.
Las palabras de Fidel inmortalizaron aquel hecho durante la despedida de duelo, con sentencias tales como:
"¡Pero lo que no podrán jamás esas balas criminales será inmolar las ideas, tronchar la causa, atravesar la bandera y la justicia que esos hombres defendieron con sus cuerpos!".
“¡Los hombres podemos caer, pero, las ideas que defendemos no caerán jamás!”.
“¡Sudor y sangre es el precio del futuro, pero no lágrimas!”.
Los sucesos de Punta del Silencio engrosan la lista de las acciones de terror perpetradas por el gobierno de Los Estados Unidos de América contra Cuba y denunciadas por Raúl en la recién finalizada VII Cumbre de las Américas en Panamá.
Cada 16 abril, inicio de la invasión mercenaria y en coincidencia con el “Día del Miliciano”, familiares de los caídos, dirigentes y pobladores honran dicho acontecimiento, mediante peregrinaje por los monumentos, donde depositan ofrendas florales y relatan los hechos.
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